Cae producción y exportación de vehículos pesados ​​de México en mayo

15 junio, 2022

Horsepower

MÉXICO.- La producción y exportación de vehículos pesados ​​en México cayó a dos dígitos en mayo debido a la falta de sincronización en la cadena de suministro de la industria automotriz, problema que deben enfrentar las empresas para producir y vender con retrasos.

La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) fabricó 13.487 vehículos pesados, lo que representa una disminución de 11.3% en mayo pasado, mientras que durante el mismo mes de 2021 produjo 15.211 unidades, por falta de semiconductores y otros.

Esto provocó que las exportaciones también cayeran un 14.1% durante el quinto mes del año, con el envío de 11.071 unidades frente a los 12.892 camiones registrados en el mismo mes de 2021.

Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de ANPACT, explicó que la falta de sincronización de la cadena de suministro afecta la demanda del mercado, que ha roto con la armonía del “Justo a Tiempo” que caracterizó a la industria automotriz.

Argumentó que existen factores que impiden el pleno desarrollo del potencial del sector, como la estandarización de las cadenas de valor, los constantes cambios en el marco regulatorio, la volatilidad del entorno internacional y una eventual desaceleración económica que podría afectar las exportaciones.

“Si bien la industria de vehículos pesados ​​acumuló cifras positivas en los primeros cinco meses del año, al haber producido 73.957 unidades, lo que se traduce en un incremento del 10,6% respecto al mismo período del año anterior, cuando se produjeron 66.860 camiones, no marcar tendencia”, comentó Elizalde.

En tanto, las unidades exportadas durante los primeros cinco meses del año sumaron 61.401, cifra que representa un crecimiento acumulado del 7% respecto a las comercializadas al exterior en igual período de 2021.

Miguel Elizalde mencionó que la producción está 29% por debajo de lo reportado en 2019, mientras que las exportaciones están 23% por debajo de los indicadores previos a la pandemia.

Fuente: El Economista