Carlos Arredondo/Horsepower
La industria automotriz global establecida en México produjo 3.99 millones de vehículos ligeros y exportó 3.48 millones de estas unidades en el 2024. Ambos volúmenes representan máximos históricos e incrementos de 5.56% y 5.12% respectivamente en comparación al año anterior, de acuerdo a las cifras del Inegi.
Estos números sin precedente en la historia del país fueron motivados en gran parte por las sólidas ventas en el mercado estadounidense, pero también por la consolidación de un proceso de electrificación que se lleva a cabo en el estado de Coahuila.
Dicha transición a cargo de General Motors (GM) fue responsable de la producción de 145 mil 550 SUVs cero emisiones, que si se suman al volumen de Ford en Cuautitlán y al de Stellantis en Toluca, da un total de 204 mil vehículos eléctricos entre estas tres compañías, cifra que representa un crecimiento de 92% en respecto al dato del 2023.
Para un mejor contexto, este volumen de unidades eléctricas producidas entre las tres compañías es ligeramente menor a la diferencia de 210 mil unidades entre los 3.99 millones de vehículos ligeros del 2024 y los 3.78 millones fabricados por la misma industria en el 2023.
Esta reconfiguración en el complejo de Ramos Arizpe contribuyó también a que GM se mantuviera como la automotriz más importante del país con una producción de 889 mil vehículos ligeros y 834 mil unidades exportadas, cifras que representan variaciones positivas de 23% y 13% —respectivamente— en comparación al 2023.
Claroscuros en Nissan y Stellantis
A la automotriz de Detroit le siguió Nissan que, a pesar de registrar en diciembre una caída en producción de 5.6%, cerró el año con un incremento de 8.8% al producir 670 mil automotores. De esa cifra, destinó 457 mil unidades a mercados extranjeros, lo que significó un repunte de 19.7%.
Dichos números son destacables si se toma en cuenta las dificultades financieras que la firma japonesa enfrenta a nivel global, mismas que la han llevado a anunciar diversas medidas, desde recortes de producción hasta un proceso con miras a fusionarse con su compatriota Honda.
Otra compañía que también atraviesa una mala racha es Stellantis, lo cual se reflejó en la caída de 10.3% que la multinacional registró con la producción de 419 mil unidades. El declive fue aún mayor en las exportaciones, de 16.9% con 353 mil vehículos.
A pesar del resultado, en el reporte del Inegi destacan algunos datos de Stellantis. Uno es el aumento de casi 20% en la producción del Jeep Compass, motivado en parte a la descontinuación del Jeep Renegade, lo cual dejó al vehículo fabricado en Toluca como el modelo de introducción a esta marca.
El informe también da cuenta de una producción total para 2024 de 4 mil 762 ejemplares de la Jeep Wagoneer S, el primer vehículo eléctrico de la marca, programado para llegar a las salas de exhibición certificadas este mismo mes.
Y por último destaca el registro de las primeras 38 mulas de preproducción de la Jeep Cherokee de próxima generación, cuya última versión (no confundir con la Grand Cherokee) fue descontinuada en febrero del 2023.
Nuevos Híbridos
En un esfuerzo por ajustar sus inventarios a la demanda, Ford redujo la producción del Mustang Mach-E en un 42.3%, sin embargo esta caída fue compensada por un aumento de 4% en el volumen de la Bronco Sport y un repunte de 48% en la producción de la Maverick, cuya demanda se ha incrementado considerablemente desde que adoptó la motorización híbrida de su compañera de plataforma.
La marca del óvalo azul cerró el año con un aumento 5.9% con la producción total de 387 mil unidades, mientras que sus exportaciones avanzaron 2.3% al sumar 380 mil vehículos enviados al exterior.
Otra compañía que se sumó al proceso de electrificación fue Toyota, que llevó a cabo el cambio generacional de la pickup Tacoma y con éste la introducción de una variante híbrida. A pesar de las complicaciones que suele haber en estas transiciones, la automotriz japonesa terminó el 2024 con una caída de solo 2% con una producción total de 245 mil camionetas.
La Presencia Alemana
Una compañía a la que no afectó la reconfiguración de su planta fue Volkswagen. La automotriz alemana logró terminar el año con un repunte de 9.47% en su producción a pesar de llevar a cabo ambiciosos cambios para el lanzamiento de la Tiguan de nueva generación.
La sede ubicada en Cuautlancingo, Puebla vio salir de sus líneas de ensamble 382 mil vehículos en el año que recién concluyó. Este volumen es ligeramente menor a los obtenidos por Ford y Stellantis con dos plantas de producción cada uno.
Más aún, si a las cifras de Volkswagen se suman las de su marca de lujo Audi, superan las 526 mil unidades, a pesar del declive de 17.6% que la marca de los cuatro aros registró durante los últimos 12 meses motivado también por el cambio de generación de la camioneta Q5.
El resto de las marcas alemanas premium que operan en el país tuvieron un desempeño similar. En el caso de BMW terminó el año con una caída de producción de 19% con un volumen de 95 mil vehículos, mientras que Mercedes-Benz reportó un retroceso de 15.3% con 57 mil unidades manufacturadas en el país.
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