El Círculo Negativo del Descuentismo

5 agosto, 2024

Guillermo Rosales Zárate/Mercado Automotor

En ruta hacia la parte final del año 2024 el mercado automotor en México continúa en la ruta de la recuperación hacia el máximo de venta de vehículos ligeros registrada en 2016. En aquel año se comercializaron 1,607,165 unidades y de todo continuar conforme a lo que ha ocurrido en el periodo de enero a julio, en el cual se han colocado 833,411 unidades, estaremos cerrando el año ligeramente arriba de 1,500,000 unidades, un incremento en el orden del 10% respecto al año previo.

En caso de confirmarse esta estimación el presente ejercicio se colocaría como el tercer mejor registro en la historia del mercado automotor, sólo debajo de 2017 y el ya referido récord de 2016.

Cabe aclarar que los datos aquí referidos se obtienen del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros del INEGI, en el cual no se incluye información de algunas empresas recién llegadas a México y que en forma inexplicable y lamentable no aportan información, por lo que el análisis se aparta ligeramente del desempeño real del mercado. En mis estimaciones la desviación se ubica en un rango de 2 a 3 puntos porcentuales la participación de las marcas fuera del registro. 

Ahora bien, ¿cómo se están moviendo los diferentes factores que inciden en la venta de vehículos ligeros?, ¿es sostenible crecer a doble dígito en los meses subsecuentes?

“Quincena tras quincena los inventarios en las distribuidoras van en aumento, marcando ya focos amarillos.”

Actualmente uno de los principales motores del mercado lo constituye el exceso de oferta propiciado por la llegada de nuevas marcas y por las estrategias comerciales agresivas de la mayoría de las tradicionales. En este contexto, quincena tras quincena los inventarios en las distribuidoras van en aumento, marcando ya focos amarillos.

Es así como de nueva cuenta nos encontramos ante una oleada de promociones y descuentos que motivan al consumidor a adquirir un vehículo y han permitido mantener la recuperación, marcando un incremento del 12% en el periodo enero a julio respecto al año anterior.

Otro de los factores que mantienen el ánimo en el mercado es el financiamiento. Con datos al cierre del primer semestre la colocación de crédito para adquirir vehículos nuevos se incrementó 20.4% en comparación con el mismo lapso de 2023. En total se registraron 429,734 unidades colocadas por bancos, financieras de marca y empresas de autofinanciamiento. Cabe resaltar que ya el índice de financiamiento respecto a ventas totales superó por seis décimas porcentuales la barrera del 60%. Si sólo tomamos en cuenta las operaciones de menudeo, excluyendo las ventas de flotillas a empresas y gobierno, el índice de financiamiento alcanza cerca del 70%. 

Otro de los puntos clave en el comportamiento del crédito, que es muy positivo y resulta hasta cierto grado sorpresivo, es el estatus de la cartera vencida en crédito automotriz, ubicándose en 0.96%. La excelente respuesta de los deudores incrementa la disposición de los bancos y financieras para seguir compitiendo y genera una perspectiva favorable para el mercado. 

No obstante, al igual que las labores de prospección de venta realizada por los distribuidores; en los últimos dos meses se observa cada vez mayor dificultad para generar operaciones con clientes con nivel óptimo en la clasificación crediticia. Esto contribuirá a que en el último cuatrimestre del año las ventas de vehículos se ubiquen en fase de desaceleración. 

“Los objetivos asignados por las marcas cada vez resultan más difíciles de alcanzar y con ello se incrementan las promociones y descuentos”

Indudablemente que lo comentado en los párrafos anteriores nos coloca en un momento de preocupación para la mayor parte de las redes de distribuidores. Por una parte, los pedidos realizados por las marcas a sus fábricas parte de expectativas optimistas respecto al crecimiento total del mercado mexicano y de sus propias capacidades para incrementar la participación respecto a la competencia. Y, por otra parte, como lo indican las principales variables macroeconómicas más recientes, la economía local se enfría y con ello arrastra al mercado automotor. 

En un viejo ciclo conocido por todos, los objetivos asignados por las marcas cada vez resultan más difíciles de alcanzar y con ello se incrementan las promociones y descuentos; resultando todo ello insuficiente para acelerar el desalojo de inventarios. Entretanto, las tasas de interés en el plan piso (financiamiento del inventario a cargo del distribuidor) impactan el saldo a pagar por costo de financiamiento. 

Otra de las fases de este ciclo negativo para los distribuidores lo constituye el demérito de los márgenes comerciales al no alcanzar los objetivos, más que objetivos buenos deseos, impuestos por la marca. 

Es curioso que tan poco tiempo después de la pandemia, en la cual en los diferentes foros de análisis de la industria automotriz en el mundo se refería que “ya habíamos aprendido que la saturación de la oferta y la pelea por la participación del mercado a costa del margen de utilidad únicamente nos lleva a compartir pérdidas en toda la cadena de la industria y resulta insostenible en el largo plazo”, pronto quedó en el olvido. 

Cómo en cualquier actividad humana, lograr el equilibrio entre la oferta y la demanda es siempre una búsqueda inacabada. Sin embargo, el panorama actual no es adecuado y nos llevará a un cambio importante en la composición de la competencia. 

En los próximos dos años enfrentaremos diversos factores económicos y políticos a nivel global que en conjunto con las condiciones locales nos llevan a esperar que el mercado automotor en México entre en una fase de estancamiento, con colocaciones en la banda entre 1.5 y 1.6 millones de unidades. 

La competencia será aún más intensa, cinturones de seguridad abrochados y ajustados. 

Guillermo Rosales desempeña el cargo de Presidente Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, A.C. (AMDA), teniendo a su cargo la coordinación de las actividades de cabildeo, estudios sectoriales y comunicación social. Guillermo colaboró también con el Gobierno Federal (SEPESCA), el Gobierno de Veracruz, la Banca de Desarrollo (BANRURAL), así como con empresas del sector privado. Ingeniero Pesquero de profesión, cursó estudios de Maestría en Finanzas en la Universidad Veracruzana. Contacto: @grosalesz