DRESDEN – BOSCH ha abierto una planta con un costo de US$1.200 millones en Dresden, Alemania, en un hub dedicado a la fabricación de semiconductores.
La nueva planta fue una apuesta para equipar los modelos más recientes y futuros de autos eléctricos y autónomos; sin embargo, ahora será una gran arma para enfrentar el desabasto global de semiconductores en el sector automotriz.
“Bosch amplía su capacidad para proveer directamente a las OEM alrededor del mundo de estos importantes componentes, así como no depender en la proveeduría de otras partes del mundo, principalmente Asia,” señaló el miembro de la junta directiva de Bosch, Harald Kroeger.
Esta planta fabricará chips especializados de gestión de energía y circuitos integrados específicos de aplicación (ASIC) que están diseñados para realizar una sola tarea, como activar el sistema de frenado automático de un automóvil.
De acuerdo con Reuters, no abordará la escasez de productos como microcontroladores que han obligado a los fabricantes de automóviles a detener la producción y los líderes de la industria; los analistas esperan que se extienda hasta el próximo año.
Fuente: Clúster Industrial