Tecnología OLED, distintivo del Audi Q5
Horsepower
MÉXICO—En junio de 2020, Audi mostró por primera vez la nueva generación de la tecnología de iluminación OLED digital al presentar el renovado Audi Q5, que se fabrica en la planta de San José Chiapa, Puebla en nuestro país. La marca de los cuatro aros fue pionera en la utilización de diodos orgánicos emisores de luz (OLED) en 2016. Ahora, la digitalización supone un paso más. Esta tecnología promete mejoras en la seguridad vial y es la primera que permite personalizar la firma lumínica de los grupos ópticos traseros.
Werner Thomas, Director del Proyecto de Tecnología OLED de Audi, explica: “La tecnología de iluminación aplicada al automóvil ha experimentado una rápida evolución en Audi en las últimas décadas. Además, hemos impulsado de forma decisiva el desarrollo de los sistemas de iluminación aplicados a los grupos ópticos traseros”.
A diferencia de las fuentes de luz puntuales que utilizan cristales semiconductores, como es el caso de los LED, los OLED son paneles emisores de luz. Los beneficios son numerosos: su luz resulta extremadamente homogénea, presenta un contraste muy alto y es infinitamente regulable. Además, se puede dividir en segmentos muy juntos y controlables individualmente que pueden desarrollar diferentes niveles de brillo.
Ahora es posible controlar individualmente de forma aleatoria un mayor número de segmentos, con un ajuste variable y continuo del brillo. En el nuevo Audi Q5 se utilizan tres elementos de seis unidades cada uno, es decir, 18 segmentos por cada grupo óptico. Su alta precisión y la gran variabilidad ofrecen a los diseñadores una enorme cantidad de oportunidades utilizando un solo tipo de hardware.
En el nuevo Q5, hecho en México, se ha implementado una función de detección de proximidad para las versiones que utilizan las luces traseras OLED digitales. Si otro usuario de la carretera se aproxima a menos de dos metros por la parte trasera a un Audi Q5 que está parado, se encienden todos los segmentos OLED. Cuando el Q5 inicia de nuevo el movimiento, se recupera la firma de luz original. Este es un primer ejemplo de la comunicación del automóvil con su entorno.
Fuente: El Sol de México