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MÉXICO—Ante el impacto que ha causado la pandemia por COVID-19 sobre la industria de camiones pesados en México y la llegada de unidades usadas, es necesario mantener control estricto en las aduanas e impulsar el mercado interno, indicó Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
“La importación de vehículos usados, es una importación de vehículos problema, en nada abona a la logística y a la movilidad que tenemos en el país. Debemos impulsar el mercado interno porque impulsa a la generación de empleos que tenemos en México”, mencionó el representante de los productores de camiones.
Miguel Elizalde explicó que entre enero y mayo de 2020 se han registrado tres incrementos importantes en la importación de vehículos usados en México.
El primer pico significativo se registró en enero pasado, cuando las importaciones de vehículos pesados crecieron 44% en relación a igual mes de 2019, ya que se importaron 830 unidades contra 576 de enero del año anterior.
El segundo incremento en las importaciones de los camiones usados se dio en febrero de 2020, cuando se importaron 814 vehículos, que a diferencia de los 801 del mismo mes de 2019 significó 1.62% más.
En tanto, en marzo pasado ingresaron al país 866 unidades de este tipo, es decir, un alza de 15.31% frente a las 751 que se importaron en igual mes de 2019.
En tanto, en cifras acumuladas, este índice apenas disminuyó 5%, pues entre enero y mayo de 2020 se importaron un total de 3,469 camiones, autobuses y tractocamiones, a diferencia de las 3,653 unidades que ingresaron en el mismo periodo de 2019.
El presidente ejecutivo de ANPACT explicó que la mayoría de los vehículos usados que se importan tienen 16 años en promedio de antigüedad e ingresan desde Estados Unidos.
De acuerdo con el último reporte de la ANPACT, entre vehículos de carga y pasaje, las unidades de carga usadas son las que más ingresan al país, pues en mayo de 2020 se registró la importación de 384 tractocamiones contra 144 autobuses.
Miguel Elizalde comentó que ante la crisis por COVID-19, la caída del mercado interno y las variaciones del tipo de cambio, urge un control estricto en la importación de este tipo de unidades, ya que “muchos de estos vehículos se importan a través de fraude fiscal, es decir, subvalúan el vehículo o no cumplen los requisitos. Nosotros estamos a favor del libre comercio, pero no de que se importen vehículos chatarra”, destacó el presidente ejecutivo de ANPACT.
Fuente: T21