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Una nueva carencia de semiconductores que afecta a la industria automotriz global ya alcanzó las operaciones de Honda en Norteamérica, lo que obligó a la compañía japonesa a reducir el ritmo de producción en varias de sus plantas.
Los paros comenzaron ayer en al menos dos sedes manufactureras, una ubicada en Alliston, Ontario, que produce el sedán Civic y la camioneta CR-V, y otra en Marysville, Ohio, donde se ensamblan el Accord, el Acura TLX y el Acura Integra.
En el caso de la planta de Alliston, el sindicato fue notificado que la reducción de operaciones durará dos semanas, la que está en curso y la entrante.
“Serán cinco días de producción a ritmo moderado y cinco más en paro total”, dijo un representante local de Unifor a la prensa.
Compañías automotrices de todo el orbe comenzaron en días pasados a anticipar paros en sus operaciones globales luego de que el gobierno de China ordenara al fabricante de chips Nexperia detener sus exportaciones, como resultado de la pugna comercial que enfrenta con Estados Unidos.
Tras el anuncio, empresas japonesas, estadounidense y europeas anunciaron estar monitoreando de cerca la situación y en busca de opciones de proveeduría alterna para hacer frente a esta crisis, sin que alguno de ellos pudiera descartar paros en el futuro cercano.
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