Carlos Arredondo/HorsePower
Nissan planea seguir adelante con su plan de reestructuración luego de que las negociaciones encaminadas a fusionarse con Honda fracasaron, solo que ahora el programa será ejecutado de manera expedita.
Si bien dicha estrategia contempla recortes tanto en liderazgos como en el área de manufactura a nivel global, la compañía aún no ha tomado una decisión final respecto a las operaciones en México, donde obtuvo sus mejores resultados de producción a nivel global.
En conferencia de prensa desde su sede en Yokohama, Japón, el director ejecutivo Makoto Uchida dijo que el plan de recortar 9 mil empleos a nivel global comenzarán con el año fiscal 2025, es decir el 1 de abril próximo.
La mayoría de estos recortes, 6 mil 500 puestos de trabajo, saldrán del área de manufactura, tanto de plantas ensambladoras como de motores.
En una primera fase se eliminarán 5 mil 300 plazas durante el año en cuestión, mientras que una cifra adicional de mil 200 empleados serán cesados en el año fiscal 2026, que inicia el 1 de abril del 2026.
Los 2 mil 500 empleos restantes serán “recortes indirectos”. Es decir, reducción de plazas mediante la implementación de operaciones más esbeltas y la reducción del ritmo de reclutamiento, así como una aceleración de los programas de retiro y separación voluntaria.
Dichas medidas llevarán a una reducción de capacidad del 20%, de cinco millones de vehículos a cuatro millones anuales, para el año fiscal 2026, de los cuales medio millón será recortada en China y otro medio millón en el resto del mundo.
Esto implicará el cierre de tres centros de producción de los cuales el único confirmado hasta ahora es una de sus dos plantas en Tailandia.
De las otras dos que faltan por identificar, una cerrará en el tercer trimestre del año fiscal 2025, es decir entre octubre y diciembre de este año, mientras que la otra será clausurada en el año fiscal 2026.
Dichos cierres son adicionales a las eliminaciones de turnos de producción que la compañía ya había anunciado tanto en Smyrna, Tennessee como en Canton, Mississippi.
Respecto a las operaciones en México, Uchida dijo que se exportaron cerca de 300 mil unidades tanto de Nissan como de Infiniti a Estados Unidos desde Aguascalientes, y que de entrar en vigor los aranceles algunos de estos modelos podrían fabricarse en Japón.
Sin embargo, advirtió que a pesar de estas medidas el impacto de los aranceles en las finanzas será inevitable, por lo que aún se están analizando las alternativas.
Nissan produjo durante el año pasado 669 mil 941 vehículos en México, no sólo la mayor cifra entre sus operaciones globales, incluso por arriba de China y Japón, sino que fue la única región donde la compañía reportó un incremento respecto al 2023.
De esas unidades, la automotriz japonesa exportó 456 mil 866 unidades, lo cual quiere decir que una tercera parte de los embarques tuvieron un destino distinto a quien hasta ahora es nuestro principal socio comercial.
No obstante, Nissan sí cuenta en México con capacidad de producción subutilizada en la planta COMPAS que opera en conjunto con Mercedes-Benz.
De hecho, la compañía ya dio a conocer que el modelo que ensambla en dicha sede será descontinuado a finales de este año, lo que hace de este centro de manufactura un fuerte candidato a ser clausurado.
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