Horsepower
Con la clausura del programa de producción de la edición Dakar como marco, la automotriz alemana Porsche dio un inusual recorrido a través de la línea de producción del icónico deportivo 911, donde reveló el secreto para uno de los procesos de ensamble más versátiles y que más variantes produce en el mundo: la combinación de alta tecnología y talento artesanal.
La planta de Zuffenhausen, ubicada al norte de Stuttgart, es el principal centro de manufactura de Porsche y se caracteriza por su taller de carrocería altamente automatizado y una línea de ensamble regular. Sin embargo, a la par de estos dos procesos operan tres fábricas o “Manufaktur” dedicadas a funciones específicas.
La “Exclusive Manufaktur” ofrece más de mil opciones entre materiales, diseños y accesorios para personalizar un Porsche. Aquí se ensamblan manualmente elementos decorativos exteriores para el cofre, las puertas y los paneles laterales o interiores como piezas adicionales de cuero o tela. También se ensamblan la consola central y las ventilas de aire acondicionado al gusto del cliente.
Aquí cabe destacar que a diferencia de muchos otros fabricantes, Porsche cuenta con su propia talabartería en la planta de Zuffenhausen. Aquí se cortan, cosen y ensamblan prácticamente todas las superficies interiores de cuero, fibra o tela.
El corte se realiza con una cortadora automática por chorro de agua. En la zona de costura se cosen las fundas y se preparan para el posterior proceso de forrado. Para garantizar sus altos estándares de calidad, Porsche es una de las pocas automotrices que cuenta con su propia escuela para diseñadores de interiores.
La planta de pedidos especiales o “Sonderwunsch Manufaktur” lleva el concepto de personalización más allá de simples colores o texturas. Aquí el cliente puede elegir la combinación de colores para la carrocería y rines, así como diseñar sus propias luces frontales.
“Prácticamente no hay límites a la creatividad y la imaginación de los clientes y diseñadores, siempre que cumplan los altos estándares de calidad de Porsche y los requisitos reglamentarios aplicables”, dice la firma alemana.
Aquí destaca el proceso de pintura completamente a mano con el empapelado tradicional como el cualquier taller de carrocería. La compañía citó el caso de un cliente italiano que adquirió un 911 Dakar y él mismo colaboró en el proceso con la colocación de cinta adhesiva.
En este caso el proceso de pintura tiene una característica especial: si los futuros propietarios de un 911 Dakar eligen el paquete Rally Design, recibirán la pintura bicolor en blanco/azul genciana metalizado con franjas decorativas en dorado/rojo.
Después de aplicar la capa base blanca, los empleados aplican manualmente la pintura de contraste azul sobre la carrocería del vehículo. El proceso de pintado manual dura aproximadamente siete horas y media.
Finalmente está la “Carbon Fiber Manufaktur”. Por aquí pasan todas las ediciones limitadas ya que como su nombre lo indica, se encarga de producir todas las piezas con que se sustituyen elementos de metal o aleaciones en estos modelos.
Casi todos los componentes adicionales para las variantes puristas del 911, como los modelos S/T o GT, se ensamblan manualmente fuera de la línea de montaje habitual. Para facilitar esto, la carrocería pintada de blanco se sujeta a carros de montaje especiales sobre los que se montan todos los componentes adicionales hechos de carbono, por ejemplo, las puertas, el cofre y los guardafangos del 911 de edición especial que pesan solo mil 380 kilogramos.
Cada componente de carbono se sujeta en marcos de tornillos especiales y se ajusta manualmente durante el proceso de montaje para garantizar ajustes y holguras precisos. Una vez que se han ensamblado todas las piezas de la carrocería exterior, la carrocería ahora completa regresa a la línea de montaje habitual.
“En el proceso de producción de los modelos 911, la planta de Zuffenhausen combina de forma única los puntos fuertes de la producción automatizada con las ventajas de una Manufaktur automovilística”, explica el vicepresidente de la planta de Zuffenhausen, Jens Brücker.
“Los modelos 911 de edición limitada son una oportunidad realmente especial para mostrar nuestra artesanía automovilística. Las diferentes etapas de Manufaktur en la planta nos permiten hacer que los modelos 911 exclusivos sean realmente únicos”, finalizó.
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