Los Retos de Infraestructura en la Electromovilidad
Staff/HorsePower
Hoy, el calentamiento global es una realidad de la cual todos nos tenemos que hacer cargo. De acuerdo con el BBVA Research Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, en 2020 México emitió 804 millones de toneladas de bióxido de carbono, lo que representa cerca del 1.3% de las emisiones globales.
Y si hablamos solo del sector del transporte, 24% de los gases contaminantes provinieron de esta industria. Bajo ese panorama, el mayor beneficio inmediato de los vehículos eléctricos es la cero emisión de contaminantes durante su uso.
Este hecho hace palpable que la electromovilidad sea una realidad cada vez más presente en México. Sin embargo, uno de los principales retos en nuestro país para lograr este gran cambio es la consolidación de una infraestructura robusta que solvente el tema de la carga de energía de cada auto.
Según números de la ANPACT (Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones), por cada 244 estaciones de carga de diésel hay una electrolinera de 50 kilowatts o más, mientras que por cada estación de gas natural hay 157 para abastecerse de diésel.
Mayor infraestructura
La infraestructura de carga para vehículos eléctricos comprende el conjunto de equipos y servicios esenciales para proporcionar la energía eléctrica necesaria para estos vehículos. Incluye desde cargadores domésticos de baja velocidad hasta sistemas de carga rápida ubicados en lugares públicos y carreteras.
Esta infraestructura es fundamental para garantizar el uso eficiente de los vehículos eléctricos y facilitar la preferencia generalizada por esta clase de automóviles.
Según el reporte Barómetro de Electromovilidad de México, preparado por la Electro Movilidad Asociación (EMA), en el segundo trimestre de 2024 se alcanzó un total de 39,257 posiciones de recarga, que en comparación a las 31,840 conexiones disponibles en el mes de febrero, refleja un 23% mayor, sin embargo, este número está muy por debajo de lo necesario para una adopción masiva de vehículos eléctricos.
Aunado a esto, otro de los desafíos más significativos es la capacidad y estabilidad de la red eléctrica nacional, pues aumentar el número de estaciones de carga implica no solo una mayor instalación física sino también asegurar que la red pueda soportar esta demanda creciente sin afectar la estabilidad del suministro eléctrico de toda la red.
A decir de los expertos, si se cimenta un enfoque estratégico y colaborativo entre el sector público y privado, el país estará en posición de superar estos obstáculos y liderar la transición hacia la electromovilidad.
Al respecto, Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León ha expresado que “el alto costo de las baterías es uno de los factores principales que impide acelerar el crecimiento del sector eléctrico automotriz, aunque se produzca la misma cantidad de los vehículos movidos con gasolina, solo se venderá la mitad por los altos precios y la falta de infraestructura, aseguró
Igualmente, Gerardo Gómez, director de JD Power en México, estima que el país avanzará apenas a una cuarta parte de la electrificación de sus ventas de autos en el mercado nacional para el 2030, debido a retos como la falta de desarrollo en infraestructura de carga y la falta de energía limpia.
Así lo afirmó tras la presentación del Estudio del Índice de Satisfacción de Ventas de México 2024 en el mercado automotriz, en donde señaló que, de aquí a los próximos seis años, la venta de vehículos eléctricos representará apenas 5.8% de la cuota de mercado, mientras que los híbridos eléctricos aportarán apenas un 9.4% de la entrega de unidades.
A pesar de ello, Gerardo Gómez es optimista pues agregó que México pasó de vender alrededor de 6,500 unidades totalmente eléctricas a 14,000 al cierre del 2023. “De 2024 en adelante yo creo que los eléctricos van a seguir siendo una buena alternativa y van a crecer, pero algo que vemos comparado con 2030 en México sólo el 5.8% de las ventas serán eléctricas y, en cuanto a híbridos, combinadas estamos en el 15%”, afirmó.
En cuanto a cifras absolutas, se tiene registrado que, durante los primeros tres meses de 2024, en México se han vendido 40,230 vehículos híbridos y eléctricos, marcando un crecimiento del 190% en comparación con el mismo período de 2023, según datos del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL) del INEGI; las entidades con mayores ventas fueron Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León.
Al respecto, también Salomón Noble, CEO de Intermex, desarrollador de parques industriales, responde a la pregunta de si estamos preparados a nivel infraestructura para soportar toda la demanda en materia de electromovilidad que vendrá a futuro: “La respuesta correcta es ´depende´. En unos casos sí y en otros no; lo más triste es que donde se necesita más infraestructura es donde estamos menos preparados; en donde hay más demanda, se están agotando las capacidades de la infraestructura pues ya se encuentran al límite. En este punto habrá ganadores y perdedores, pues es un clarísimo ejemplo de oferta y demanda.
“Por ejemplo, la CFE está haciendo muchos esfuerzos para reconfigurar las líneas y sacar mayor provecho con lo que ya hay, pero toda esta reconfiguración está tardando mucho. Es decir, esto va a durar años, por lo que habrá un periodo de complejidad inevitable. Siento que es un problema estructural que incluso va más allá del siguiente sexenio que está por comenzar, pues está copada la capacidad.”
¿Pero cuál sería la posible solución? Noble, responde: “Mi visión es que México tendrá que girar hacia la generación eléctrica distribuida; en vez de tener puntos macro de donde salgan muchas líneas de transmisión para suministrar la energía, más bien debiera haber pequeños ”nodos” redundantes entre sí que cubran una región entera, así se puede armar una red poderosa para alcanzar toda la cobertura necesaria en materia de electromovilidad. Yo creo que ese es el futuro.”
Situación actual de la electromovilidad
El crecimiento de la venta de automóviles eléctricos se está dando a nivel mundial y en México no es una excepción. Las armadoras se han subido al cambio de la electromovilidad al destinar parte de sus inversiones e innovación a dicha tendencia, impulsando aún más el desarrollo y la innovación dentro del país.
Por supuesto, la transición en México ha sido compleja debido al tamaño del país y la cantidad de ciudades. Nuestro país es un mercado muy grande, tiene la principal ciudad de Iberoamérica por número de habitantes (Ciudad de México). La extensión territorial de México es considerable, la mayor parte de la población se asienta en ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, y lo mismo sucede en la concentración de vehículos en los mismos centros urbanos. Es un auténtico reto el lograr acelerar en un corto tiempo el tránsito hacia la electromovilidad.
A pesar de ello, para los involucrados y promotores de una infraestructura más robusta que ayude a alcanzar estas metas, el futuro de la electromovilidad en territorio nacional depende de la participación de todos. Así es el comentario final del CEO de Intermex, Salomón Noble: “Tenemos una tremenda oportunidad para capitalizar nuestra infraestructura pero que requiere, obviamente, el involucramiento de todos los sectores. El sector gobierno y el sector privado deben tener objetivos en común y buscar resolver esta problemática en conjunto; armadoras, cadenas de proveeduría, academia, centro de investigación, entre otros, deben trabajar de la mano para llegar a la meta.”