Gobierno e Industria Automotriz: Una Visión Compartida en Electromovilidad
Horsepower
Odracir Barquera, Director General de AMIA
Iván Iglesias/HorsePower
El Director General de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, A.C. (AMIA) Odracir Barquera comparte en exclusiva con HorsePower las tendencias del sector a nivel mundial y en México.
¿Cómo está ligado el futuro de México con el futuro de la industria automotriz?
OB.- Es muy sencillo. La industria automotriz es el primer pilar de la industria en este país; les da vida a 219 ramas económicas de México, las que representan el 80% del total. Si la industria automotriz en México no se mueve hacia los nuevos direccionamientos que la industria automotriz mundial está marcando —es decir, las nuevas tecnologías—, en 10 años dejaremos de ser el pilar de la economía mexicana. Y no hay otra industria con este tamaño que nos sustituya, hay industrias fuertes, pero ninguna con el alcance que tiene esta.
Por otro lado, la industria que más está cambiando en su configuración a nivel mundial, es precisamente la automotriz y, además, es la de mayor alcance en todos lados. Debido a ello, está generando la creación de muchas otras nuevas industrias en el mundo que podrían ya establecerse en México para desarrollar nuevas cadenas de valor que requiere la industria automotriz nacional bajo el nuevo paradigma de la electromovilidad.
Bajo esta perspectiva, ¿ ya dejamos de ser solo “armadores” (o manufactureros) y que ahora podríamos estar ya en la “punta” de la innovación?
Yo creo que la innovación y del desarrollo en México están presentes desde hace mucho tiempo atrás en el sector. Hay más de 20 centros de investigación automotriz aquí en el país. Tal vez no se conozca tanto esto, pero este tema ha estado presente desde hace muchas décadas.
Primero, evidentemente, se tuvo que desarrollar primordialmente nuestra capacidad manufacturera, misma que fue exponenciada con gran fuerza gracias al TLCAN, y, unos años después, las empresas empezaron a ver que el nivel de capacidades que tenía México iba mucho más allá del componente individual de la manufactura.
Hoy, ya existen grandes centros de innovación y desarrollo, algunos son de otras empresas que se dedican a la investigación automotriz pero claramente con esta nueva etapa de la electromovilidad, se va a requerir mucho más. Vamos a tener que seguir avanzando como país hacia aquellas industrias basadas en tecnología, que son las industrias que no necesariamente tenemos presentes aquí en México. Esas industrias basadas en tecnología requieren investigación y desarrollo permanentes.
Esto evidentemente tendrá que replantear algunos aspectos que antes no se tenían en el radar. ¿Cómo estamos como industria en términos de sustentabilidad, por ejemplo?
Muy bien. La automotriz es una industria que está en los ojos de todo el mundo. Se habla mucho de que los automóviles son un factor alto de emisiones; sin embargo, eso cada vez es menos cierto pues los automóviles que se han venido produciendo desde hace ya décadas son vehículos de combustión interna mucho más eficientes de lo que eran antes. Es decir, la reducción de emisiones, incluso en los motores de gasolina, ha sido muy significativa a nivel mundial. Hoy, estamos buscando un objetivo compartido por todos para mejorar mucho más el medio ambiente.
Pero esta industria no solo se basa en controlar las emisiones que emiten los vehículos terminados, se trata de ver todo el proceso que hay detrás para producirlos. En ello, las plantas armadoras han hecho innovaciones muy importantes para elevar el reciclaje de muchos de los componentes de materiales e insumos, pero también para eficientar las maquinarias que se requieren en el sector.
Cuando tú vas a una planta automotriz de las más modernas, te darás cuenta de que muchas tienen una alta autosuficiencia energética, lo cual es fundamental; por ejemplo, el uso de agua ya es mínimo en la producción de automóviles, mientras que en términos de plásticos se ha logrado un nivel de reciclaje y de reúso muy alto de estos materiales.
Todo esto es un compromiso compartido a nivel mundial. Como lo decía, los protagonistas son inversionistas globales que más allá de los compromisos que cada país tiene para revertir el cambio climático y de reducir las emisiones, han fijado sus propias metas ambientales para poder llegar a ser lo más “neutros” en emisión de carbono en todo el proceso de producción, no solo en las emisiones que emite el vehículo terminado.
¿Qué vaticina AMIA para nuestra industria con la entrada de un nuevo gobierno? ¿Qué es lo que nos espera?
Hemos tenido un buen diálogo con el equipo de la doctora Sheinbaum, pues desde que empezó su campaña hubo mucha apertura por su parte. Creemos que están entendiendo cuáles son las condiciones que requiere el país para potenciar el desarrollo económico que esta industria brinda a México. Sabemos que una de las prioridades que tiene la doctora para su nuevo gobierno es la electromovilidad. Lo que hemos detectado es que se tiene una visión amplia de este tema porque la doctora hizo muchas cosas en materia de transporte urbano durante su administración en la CDMX; ahora, su rol será establecer una política para todo el sector en conjunto.
Así mismo, hemos tenido buenas señales sobre su postura en términos de la matriz energética del país y sobre el impulso de las energías renovables. Por supuesto, habrá que ver y analizar sus nuevos programas de gobierno para conocer su estrategia en términos de infraestructura.
A nivel infraestructura hacen falta mejoras sobre todo en materia de transmisión y distribución de la electricidad, lo que debe ser resuelto lo más pronto posible; también hace falta mayor infraestructura en almacenaje de energéticos pues se ha avanzado más lento en esto y, por supuesto, reconfigurar una red eléctrica que sea suficiente para las necesidades crecientes del país, tanto industriales como domésticas.
En resumen ¿cuál es el futuro de nuestra industria automotriz nacional?
Veo un futuro muy promisorio para la economía mexicana si sigue siendo impulsada por la industria automotriz, siempre y cuando construyamos de la mano, tanto el gobierno como la industria y aquellos actores interesados, las condiciones necesarias para que el país aproveche esta oportunidad histórica que no se da muy seguido.