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PUEBLA, PUE – El 23 de octubre de 1967, los primeros modelos de sedán salieron de la línea de producción de la planta de Volkswagen de México en Puebla, lo que marcó el inicio de una de las fábricas de vehículos más emblemáticas de México, que este año 2022 cumplirá 55 años.
Actualmente, la planta es considerada una de las más importantes de la red global de fabricación del grupo automotriz alemán y ha producido más de 13 millones de unidades.
Aunque Volkswagen llegó a México en 1965, fue hasta un año después que se dio a la tarea de buscar un sitio de producción que sustituyera a su planta en Xalostoc, Estado de México.
Después de varios análisis, Volkswagen de México eligió un predio ubicado en el kilómetro 116 de la carretera México-Puebla como la ubicación de su nueva planta; ahí, el 27 de febrero de ese año, se colocó la primera piedra de la que posteriormente se convertiría en la planta de vehículos más grande del país.
Desde la planta de Puebla, Volkswagen ha visto desfilar modelos que se han convertido en clásicos de la industria automotriz, como el Volkswagen Sedán, el Golf y el Jetta, que han sido ensamblados por manos mexicanas en estas instalaciones ubicadas en una superficie de 300 hectáreas.
Actualmente, la planta de la marca alemana cuenta con tres segmentos de producción dedicados a los modelos Tiguan, Taos y Jetta, siendo este último el modelo con mayor volumen histórico de producción en esta planta, con más de 6 millones de unidades de sus siete generaciones.
La armadora, dirigida en México por Holger Nestler, ha integrado con éxito la estrategia global de la marca Volkswagen en el segmento de los SUV; en este segmento, la planta de Puebla ha producido más de un millón de unidades de los modelos Tiguan y Taos.