Horsepower
MÉXICO—Un posible conflicto político en Estados Unidos derivado por la elección presidencial, el toque de queda en Chihuahua para disminuir los contagios de COVID-19 y el paro de las fábricas automotrices en Europa podrían meter freno a la recuperación que ya presenta la industria de autopartes en México y afecte el suministro de componentes para la manufactura de vehículos en Norteamérica, advirtió Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
“Estamos reactivados al 100% (en la industria de autopartes) de lo que nos venían pidiendo antes de la pandemia”, sostuvo el representante de la industria llamada el motor de la manufactura mexicana, quien alertó del “gran riesgo” que persiste de no proveer al mercado estadounidense y canadiense, debido a no haber logrado a un acuerdo con el gobierno de Chihuahua para que el sector de las autopartes opere al 80% durante el cierre de actividades en los próximos 14 días.
Chihuahua, dijo, es el segundo estado con mayor de fabricación de autopartes en México, en donde se ensamblan componentes como arneses, cubiertas de asientos y electrónicos, que tienen destino final las fábricas de Estados Unidos.
El presidente de la INA explicó que el sector forma parte de una cadena de suministro, que si se rompe un eslabón y cualquier empresa que frene, entonces provoca el paro a todo el ferrocarril.
Óscar Albín recordó que el 80% de lo que produce México de partes y componentes de vehículos termina en una fábrica de autos de EU, y si los autos nuevos en ese mercado se producen y se venden, “seguiremos produciendo y estamos reactivados al 100%”, con lo que la industria podría aportar el 16% al PIB manufacturero mexicano.
Fuente: El Economista