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MÉXICO—La alta dependencia con los Estados Unidos para la exportación de vehículos, falta de mano de obra calificada, menores ventas en el mercado interno y la incertidumbre política, son los principales riesgos que enfrentará la industria automotriz mexicana después de la pandemia.
Francisco Bautista, socio líder del Segmento de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY, dijo que la dependencia a Estados Unidos de las exportaciones automotrices es un riesgo para México porque la cadena está muy integrada a ese mercado, pero si las ventas en ese país no levantan ya que pase la pandemia, el sector se verá muy afectado.
Además, el T-MEC representa mayores restricciones para exportar hacia Estados Unidos.
“El T-MEC en el corto plazo es un costo para las empresas incluso si cumples con todos los requisitos. El simple proceso de cumplir con las nuevas reglas de origen y lo que necesites de documentación ya es un costo adicional”, explicó Bautista.
EY destacó que los fabricantes de vehículos se encuentran en un proceso de transformación por los cambios de preferencia entre los consumidores, nuevas ofertas de movilidad, tecnología y restricciones al libre comercio.
Bautista estima que en el país ya no habrá inversiones para instalar nuevas plantas, pues existe suficiente capacidad productiva instalada. Las inversiones que se verán a futuro serán para fabricar nuevos modelos o nuevas tecnologías como autos eléctricos, pero no aumentará la capacidad de producción.
En cuanto a la disponibilidad de proveedores para fabricar autos eléctricos, agregó, a pesar de que existen grandes fabricantes de autopartes, Estados Unidos está más avanzado en cuanto a tecnología e investigación para el desarrollo de baterías.
Fuente: Index