Horsepower
QUERÉTARO— La industria automotriz del estado avanza con cautela en torno a los efectos que se aprecian en el mercado interno y que pudieran tener incidencia en la operatividad de las compañías.
El presidente del Clúster Automotriz de Querétaro, Renato Villaseñor Mendoza, explicó que las empresas de esta industria han comenzado a trazar los presupuestos del ejercicio fiscal 2020, cuyos cálculos serán delineados con cautela frente a las coyunturas que pudieran afectar a la economía nacional.
En el diseño de los presupuestos se buscará dar certidumbre para los proyectos que las compañías tienen planeados para el próximo año.
El establecimiento de las tasas de intereses, así como los pronósticos de crecimiento a la baja para la economía nacional (0.9% del Fondo Monetario Internacional para el 2019), se enlistan entre los elementos de política interna que marcarán la tendencia de los planes presupuestales de las compañías.
“Básicamente, los indicadores que el Banco de México nos está dando, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, nos están diciendo cuáles van a ser las tasas de interés, los ritmos de crecimiento y demás, para hacer cálculos de los presupuestos de las empresas. La cautela está en poder tener certidumbre de los proyectos que vamos teniendo y de los factores económicos que hay en el país para poder sustentarlos”, pronunció Villaseñor Mendoza.
Referente a los factores del mercado internacional que podrían incidir en la industria local se enlistan las fluctuaciones en el consumo del sector automotriz en Estados Unidos, una variable que, dijo, podría traer implicaciones para la producción de autopartes.
“Normalmente, el presupuesto del año entrante lo comenzamos a trabajar a partir de estas fechas, nos va a llevar los próximos tres meses trabajar en ello (…) Cautela, ésa es la palabra, sí hay que ser cautelosos ante el mercado interno, definitivamente”, expresó.
Actualmente, añadió, no ha habido cambios en la demanda de las plataformas de producción automotriz, por lo que por ahora no se reportan implicaciones en la demanda de suministro de autopartes.
A este panorama se suma la alta dependencia que existe de las exportaciones locales de la industria automotriz hacia Norteamérica y que se refleja en que hasta 75% de la producción de autopartes se envía a Estados Unidos.
Uno de los principales componentes que definirá la planeación de las empresas será el requerimiento que hagan los clientes sobre la producción de autopartes, indicó.
Fuente: El Economista