Coahuila explora oportunidades en China para su industria automotriz
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COAHUILA — Con el fin de fortalecer y expandir el sector automotriz de Coahuila, se envió a una misión comercial al evento de Auto Shanghai 2019, celebrado en China, detalló el gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme Solís.
El mandatario explicó que la delegación de la entidad que fue al evento automotriz, celebrado del 16 al 25 de abril, cerró reuniones de negocios con 20 empresas, principalmente chinas y japonesas.
Detalló que esta feria se ha convertido en una de las exposiciones de automóviles con mayor autoridad e influencia internacional en China, ya que es un evento para intercambios y cooperación entre las industrias automovilísticas chinas y extranjeras.
“Todo esto habla de que Coahuila está consolidado como el clúster automotriz de referencia, no solo por nuestra posición geográfica (…) Es por todo lo que las políticas públicas han servido para fortalecer nuestra industria y principalmente el capital humano”, expresó el gobernador.
“Hay que destacar algo sumamente importante: Coahuila fue la única entidad federativa de México que asistió a este importante evento de índole internacional”, agregó.
Por su parte, el secretario de Economía de Coahuila, Jaime Guerra Pérez, destacó que durante el evento se tuvo acercamiento con más de 80 empresas, así como reunión de negocios con 20 firmas, en su mayoría con compañías de China y Japón.
Más de 1,000 expositores —fabricantes y proveedores de renombre, así como numerosas empresas emergentes— mostraron sus innovaciones en las 13 salas del Centro Nacional de Exposiciones y Convenciones, refirió.
“Los principales temas de la feria fueron la movilidad eléctrica, la conducción autónoma y los autos conectados”, dijo Guerra Pérez.
El secretario señaló que entre las empresas con las que se tuvo provechosas reuniones están las que manufacturan asientos con partes inteligentes, componentes automotrices, piezas de fundición y prensado para autos, y sistemas de frenos; además de las proveedoras de motores de energía eléctrica y láminas de aluminio.
Fuente: El Economista