MÉXICO – Las exportaciones automotrices de México aún tienen que superar los niveles pre pandémicos, lo cual ha disminuido el dinamismo de las ventas externas totales del país.
De enero a agosto de 2021, las exportaciones automotrices mexicanas totalizaron de US$91,394 millones, una disminución de 7.5% en comparación con el mismo período de 2019.
El sector automotriz es crucial para la nación: en los primeros ocho meses de 2019, antes de la pandemia, contribuyó con el 32.2% de las exportaciones totales de mercancías de México.
Sin embargo, ese porcentaje se redujo a 27,8% en el período correspondiente de 2020, cuando de manera inusual las plantas de ensamblaje de autopartes y vehículos automotores se detuvieron debido a la alta propagación del COVID-19, debilitando temporal y abruptamente las exportaciones.
“Proporcionalmente, en el mismo período de 2021, esta participación tampoco se ha recuperado, llegando al 28,8%,” según datos del Inegi.
Fernando Ruiz Huarte, director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), estimó que las exportaciones totales de México cerrarán el año en curso por encima de los niveles prepandémicos, pero dudó que suceda lo mismo con respecto a las ventas automotrices.
“La falta de semiconductores puede afectar que a fin de año no lleguemos a superar los niveles de 2019”, comentó en rueda de prensa.
Lo cierto es que hasta el momento la escasez de chips semiconductores ya ha provocado que las plantas de General Motors, Volkswagen y Nissan realicen paros técnicos temporales, mientras que los bloqueos ferroviarios han reducido las exportaciones automotrices, por dificultades en la logística.
Ante estos bloqueos, Ruiz Huarte dijo que las empresas están recurriendo a medios de transporte alternativos, como barcos o camiones, sin compensar por completo las necesidades de los envíos extranjeros.
Las exportaciones totales de productos de México de enero a agosto de 2021 ya superaron los niveles inmediatos anteriores al COVID-19 en un 3.5%, totalizando US$$317.308 millones.
Fuente: El Economista